El fentanilo es un opioide, como la heroína o la morfina, pero es 50 a 100 veces más potente. El fentanilo, fabricado ilegalmente, se ha ido añadiendo cada vez más a drogas callejeras como la cocaína, la heroína y la metanfetamina, convirtiéndolas en drogas más baratas, más adictivas y más letales. Esto ha provocado un aumento significativo de muertes por sobredosis accidentales, ya que las personas consumían una droga mezclada con fentanilo sin saberlo.
Como no puede detectarse a través de la vista, el olfato o el gusto, la única forma de identificar la presencia de fentanilo es mediante el uso de tiras reactivas.