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Marihuana

Utilizamos los términos marihuana, cannabis, hierba, mota o cualquier otro para describir la droga derivada de la planta Cannabis Sativa o Cannabis Indica. La venta o tenencia de marihuana sigue siendo ilegal de acuerdo con la ley federal; sin embargo, muchos estados han legalizado la marihuana con fines medicinales y recreativos.

Como las leyes y las normas cambian, resulta fácil confundir los datos sobre el efecto de la droga en el desarrollo del cerebro y la salud pública. La marihuana suele ser una de las primeras drogas que le ofrecen a un adolescente, y el 78 por ciento de ellos dice que tienen amigos cercanos que consumen marihuana. Este nuevo escenario hace aún más evidente que tengamos un dato en claro: Ningún consumo de marihuana entre los jóvenes es seguro.

¿Cuáles Son los Riesgos para los Jóvenes?

A diferencia de los adultos, el cerebro de los adolescentes todavía se está desarrollando y, en promedio, no estará completamente desarrollado hasta mediados de los 20. El consumo de marihuana durante este periodo puede ser perjudical para el cerebro de los jóvenes en desarrollo. Las investigaciones demuestran que los efectos pueden incluir dificultad para pensar y resolver problemas, problemas con la memoria y el aprendizaje, falta de coordinación y dificultad para mantener la atención. Como el cerebro aún está en la etapa de desarrollo, los daños causados por el consumo de marihuana en la juventud pueden ser permanentes.

La Marihuana Hoy Es Más Fuerte Que Nunca

Actualmente, la marihuana está disponible en múltiples formas y los jóvenes la consumen a través de productos comestibles, cigarrillos o porros y vapeo. La concentración de THC (la sustancia responsable del "subidón o colocón") en las plantas de marihuana de cultivo habitual se ha triplicado en los últimos años. Mientras que la concentración promedio de THC en la década de 1960 era del 1% al 4%, los dispensarios ahora venden productos con concentraciones promedio de THC entre el 17.7% y el 23.2%Los extractos y concentrados de marihuana, comúnmente conocidos como "dabs" o ceras, están más disponibles al público hoy en día y se venden en los dispensarios. Estos extractos pueden suministrar importantes cantidades de THC al cuerpo al fumar o vapear.

Los Jóvenes Son Más Vulnerables a la Adicción

Como el cerebro de los jóvenes se sigue desarrollando hasta mediados de los 20, crea sinapsis más rápido que el cerebro de los adultos a medida que se desarrollan. La adicción es una forma de aprendizaje, de modo que los adolescentes pueden volverse adictos con mayor rapidez que los adultos. Las investigaciones demuestran que  aproximadamente 1 de cada 6 adolescentes que consumen marihuana habitualmente pueden volverse adictos.. Es decir que pueden intentar dejar de consumir marihuana sin éxito, pueden querer consumirla a pesar de las consecuencias adversas o perderse los eventos con familiares y amigos para consumirla.

Los Jóvenes Que Conducen Bajo los Efectos de Sustancias

Existe una percepción generalizada, pero falsa, entre los consumidores de marihuana de que "conducen más seguros" cuando están "colocados". Es peligroso conducir bajo los efectos de cualquier sustancia, incluida la marihuana (sea medicinal o no). La marihuana afecta negativamente las capacidades necesarias para conducir de manera segura, incluido el tiempo de reacción, la coordinación y la concentración. Si a esto le sumamos la inexperiencia de los conductores adolescentes, que piensan que conducir "colocados" es "seguro", los resultados pueden ser potencialmente trágicos. E incluso si los adolescentes no conducen cuando están colocados, lo más probable es que sean pasajeros de un conductor drogado.

Mayor Riesgo de Problemas de Salud Mental

La marihuana puede tener efectos negativos en la salud mental de un adolescente. Problemas como la depresión, la ansiedad y la psicosis son más comunes entre los adolescentes consumidores de marihuana que entre sus pares que no consumen, especialmente si los adolescentes que consumen marihuana tienen factores de riesgo más altos, como antecedentes familiares de enfermedades mentales. Los adolescentes que consumen marihuana también corren mayor riesgo de tener pensamientos suicidas e intentos de suicidio.

¿Qué Pueden Hacer los Padres?

Las reglas que impongan, las relaciones que establezcan y las conversaciones que mantengan sobre la marihuana y otras drogas marcan una GRAN diferencia en cuanto a las decisiones que toman los adolescentes. Los chicos que aprenden acerca de los riesgos de la marihuana, el alcohol y otras drogas a través de sus padres, y que saben que sus padres esperan que no consuman tienen la MITAD de probabilidades de consumir alguna vez estas drogas en comparación con sus pares.

Infórmese

Instrúyase e instruya a los demás sobre los efectos nocivos de la marihuana y que su prioridad sea proteger a su hijo y evitar que consuma cualquier tipo de sustancia. Anticípese y hágale saber a su hijo que se preocupa por su salud y seguridad, y que le habla desde la preocupación, el amor y el apoyo. Son conversaciones complicadas para entablar con sus hijos y situaciones difíciles de manejar, pero con un poco de esfuerzo y anticipación puede proteger la salud y la seguridad de su hijo durante los próximos años.

Participe

Los chicos que tienen relaciones estables, constantes y sanas con los adultos toman mejores decisiones y llevan una vida más saludable. Es esencial que los padres, y los otros adultos que se preocupan por ellos, dediquen tiempo para escucharlos, prestarles atención, pasen tiempo con ellos y sigan de cerca el transcurso de sus vidas. Cuando nos relacionamos, podemos entender mejor sus sentimientos y motivaciones y los chicos están más dispuestos a escuchar cuando sienten que uno está de su lado.

Hable y Escuche

Hablar abiertamente y con sinceridad sobre este tema, antes y después de esta edad, es esencial para prevenir el consumo en la juventud. Aclare a su hijo que no está de acuerdo con que consuma marihuana, pero demuestre interés y curiosidad sobre sus experiencias y mantenga la mente abierta. Pregúntele qué opina acerca de la marihuana. Su respuesta puede sorprenderle. Es más importante, y más útil, escuchar y debatir que adoctrinar. En vez de interrogar a su hijo acerca de si ha consumido o no marihuana, es más fácil entablar una conversación preguntándole qué escuchó en la escuela o si ha visto a otros chicos consumiendo.

Aquí tiene algunas cosas que puede decirle a su hijo acerca de la marihuana:

  • "Hay mucha información dando vueltas sobre la marihuana, pero quiero que recurras a mí si tienes dudas".
  • "Si te preocupa que tus amigos consuman marihuana, cuéntame y podemos hablar sobre el tema".
  • "Hay mucha información acerca de la marihuana, pero quiero que sepas que no es bueno que los chicos consuman".
  • "Tu cerebro se encuentra en pleno proceso de desarrollo y la marihuana no es buena para el cerebro en formación".

Para obtener más consejos sobre cómo hablar con su hijo sobre marihuana, consulte este excelente material completo de Partnership for Drug-Free Kids: Kit de Conversación sobre la Marihuana.
Preste Atención
Sepa dónde están sus hijos, con quiénes están y asegúrese de controlar cuando lleguen a casa. Esté atento a cualquier signo o síntoma temprano de consumo de marihuana y preste atención a los cambios de comportamiento, grupos de amigos o actitudes.

Signos de Que Su Hijo Podría Estar Consumiendo Marihuana:

Partnership for Drug-Free Kids es un excelente recurso para los padres cuando necesiten hablar sobre el tema o sospechen que sus hijos adolescentes consumen marihuana u otras drogas. Estos son los signos que hay que prestar atención si cree que su hijo puede estar consumiendo marihuana:

Apariencia

  • Parece "drogado"; tiene los ojos vidriosos y rojos. Fuera de sí. Le cuesta hablar.
  • Boca seca
  • Falta de higiene personal en comparación con lo que era "normal" para ellos
  • Olor; la marihuana tiene un olor muy particular

Cambios en el Comportamiento

  • Alteración del aprendizaje y la memoria
  • Calificaciones bajas y/o abandono de actividades
  • Dificultad para pensar y resolver problemas
  • Aumento del apetito ("bajón") más allá de lo normal
  • Más cansancio y menos motivación
  • Risa inapropiada
  • Percepción distorsionada (vista, sonidos, noción del tiempo, tacto)
  • Falta de coordinación motora
  • Ansiedad
  • Uso excesivo de pastillas de menta, enjuague bucal, goma de mascar y/o gotas para los ojos
  • Uso de incienso u otros desodorantes de ambiente en el dormitorio
  • Papel para armar cigarrillos, narguile, pipas y/o equipos de vapeo. Una regla general es que si ves algo raro que no reconoces, es el momento de empezar a hacer preguntas e investigar.

¿Necesita ayuda?

Partnership For Drug-Free Kids brinda asistencia en forma gratuita y confidencial a los padres y otros cuidadores que deseen hablar con alguien acerca del consumo de drogas y alcohol de sus hijos. El número de teléfono es 1-855-DRUGFREE, o o acceda al servicio de ayuda personalizada en línea.

Recursos Útiles